Protegiendo a Bejarano 2
Más claro, ni el agua: la Procuraduría del DF está para proteger a Bejarano. Su acusación contra el ex secretario particular de López Obrador es parte de lo mismo: un engaño, una pantomima, para cuidar al más poderoso aliado del jefe de Gobierno. El engaño es el método del dúo López-Bejarano. Desde que estallaron los escándalos de corrupción en el Gobierno del Distrito Federal, López Obrador y René Bejarano han echado a andar una máquina de mentiras.
Ironías del maese Bátiz: a los que anunciadamente estaban en ruta de fuga (Gustavo Ponce y Octavio Flores) ni siquiera les mandó un policleto, pero a quien sabidamente no se escaparía, y que también de manera sabida (¿comunicada, convenida?) tenía una estrategia que implicaba no huir, buscar amparo y enfrentar directamente los citatorios judiciales, le ha mantenido un aparatoso montaje policíaco destinado más bien a las apariencias mediáticas. Pero no sólo esos desfiguros: allí están los segundos de Bátiz platicando y comiendo con Bejarano en casa de éste, según eso para "convencerlo" de que se entregara a la jurisdicción capitalina. Y la procuraduría capitalina samaritana advirtiendo al buen ex secretario particular de los riesgos que corre si viaja a Pachuca para efectos procesales relacionados con su amparo, y haciéndole ver al desaforado de los riesgos de que lo aprehenda la malvada procuraduría federal. Cosas veredes, mío peje CID (CID: la bejaranista Corriente de Izquierda Democrática, que luego del videoescándalo cambió a IDN, agregando al final la etiqueta de "Nacional").
Ironías del maese Bátiz: a los que anunciadamente estaban en ruta de fuga (Gustavo Ponce y Octavio Flores) ni siquiera les mandó un policleto, pero a quien sabidamente no se escaparía, y que también de manera sabida (¿comunicada, convenida?) tenía una estrategia que implicaba no huir, buscar amparo y enfrentar directamente los citatorios judiciales, le ha mantenido un aparatoso montaje policíaco destinado más bien a las apariencias mediáticas. Pero no sólo esos desfiguros: allí están los segundos de Bátiz platicando y comiendo con Bejarano en casa de éste, según eso para "convencerlo" de que se entregara a la jurisdicción capitalina. Y la procuraduría capitalina samaritana advirtiendo al buen ex secretario particular de los riesgos que corre si viaja a Pachuca para efectos procesales relacionados con su amparo, y haciéndole ver al desaforado de los riesgos de que lo aprehenda la malvada procuraduría federal. Cosas veredes, mío peje CID (CID: la bejaranista Corriente de Izquierda Democrática, que luego del videoescándalo cambió a IDN, agregando al final la etiqueta de "Nacional").
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